“No podemos estar tranquilos cuando sabemos que un menor sufre al pasar por un proceso penal”

“No podemos estar tranquilos cuando sabemos que un menor sufre al pasar por un proceso penal”

El próximo 1 de abril, Las Palmas de Gran Canaria se convertirá en la primera capital de España en contar con un Juzgado especializado en la Violencia contra la Infancia y la Adolescencia. Una experiencia piloto que busca dar una atención integral y específica “a niños, niñas y adolescentes que se vean en la obligación de intervenir como víctimas en un proceso penal”, de forma que no se vea nuevamente victimizada a la hora relacionarse con la administración de Justicia, resume el magistrado Tomás Martín, titular del Juzgado de Instrucción Número 3 de Las Palmas de Gran Canaria, responsable de desarrollar este proyecto piloto durante los próximos 24 meses.

“El Estado no puede estar tranquilo cuando es consciente de que un menor está sufriendo o es victimizado al pasar por un proceso penal”, asegura el magistrado en esta entrevista en TIEMPO DE CANARIAS TV. “Nosotros tenemos que ser capaces de darle la vuelta a ese proceso para que sea restaurador, no victimizador”, relata Tomás Martín, que es titular de este órgano judicial desde julio de 2003 y cuenta con una amplia experiencia en materia de la lucha contra el maltrato a la infancia.

Por eso, a la pregunta de por qué Las Palmas de Gran Canaria para desarrollar esta experiencia pionera en toda España responde con un rotundo “¿Y por qué no?”. Para luego señalar que este proyecto, que nace como respuesta de España a sus compromisos internacionales y en forma de avanzadilla de la futura Ley de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la violencia, no surge de la nada, sino que es “una respuesta a un camino ya iniciado”. El proyecto, asegura, es “resultado de muchos años de trabajo” apoyado por el Decanato de la capital el Gobierno de Canarias, así como por todos los profesionales implicados en la administración de justicia y que abarcan desde el funcionariado a las fuerzas y cuerpos de seguridad, pasando por la Fiscalía, abogados, Medicina Legal o los servicios sociales.

“Tenemos que ser capaces de darle la vuelta al proceso judicial para que sea restaurador, no victimizador”

Se trata, sostiene, de “un paso más dentro de un camino que no se ha terminado de recorrer” y que busca saber “en qué medida somos capaces de adecuar la justicia a los menores”. “En Las Palmas de Gran Canaria han salido adelante causas muy complejas, muy bien instruidas, en las que niños y niñas han sido víctimas”, relata, pero sin órganos especializados en los niños como víctimas. Con este proyecto “tratamos de saber si somos capaces de ofrecer una mejor respuesta a lo que antes hacían juzgados dispersos”, señala. El objetivo final –y que marca el proyecto de ley de protección a la infancia– es la creación de esos juzgados especializados, similares a los que creó la ley de violencia contra la mujer.

Para ello, asegura, es necesario “un auténtico cambio de paradigma”, que profesionalice la atención de todos los sectores implicados en los procesos en que participan víctimas menores de edad, ya que se necesita “una Justicia adaptada”, que considere “en serio” a los niños y niñas implicados en los procedimientos y que “escuche su opinión y establezca mecanismos para evitar que el proceso les victimice” nuevamente. “El proceso debe ser restaurador, no victimizador”, sentencia, lo que exige la intervención de profesionales de múltiples disciplinas, que deben actuar coordinados en pos de ese objetivo, algo “que no siempre es fácil”.

“Queremos formar parte de una herramienta que dé a la víctima esa posibilidad de sanar, de lograr recuperar su vida a pesar de haber sufrido un hecho que a lo mejor le ha afectado en lo más profundo de su ser”

No obstante, y gracias a los pasos que ya se han dado en la capital grancanaria, asegura contar con la implicación de todos los actores necesarios para llevar adelante este proyecto pionero, tanto dentro del estamento judicial como en el Gobierno de Canarias –responsable de dotar de medios y personal a la administración de justicia– y en el resto de sectores implicados, todo ello desde una visión integral del problema, que no solo ayude a las víctimas de delitos a recuperarse, sino también a una detección precoz. “Queremos formar parte de una herramienta que dé a la víctima esa posibilidad de sanar, de lograr recuperar su vida a pesar de haber sufrido un hecho desagradable, hiriente, que a lo mejor le ha afectado en lo más profundo de su ser. Nosotros queremos darle esa oportunidad de sanar y no ser un instrumento que la hora de tratar de resolver su conflicto lo que hacemos es causarle más daño”, sentencia.

Fuente: https://tiempodecanarias.com/